
Las variedades de vino están dadas según las cepas que formen parte de su elaboración. Las variedades pueden ser el resultado de una sola cepa o de de la combinación de dos o más. Ya que muchas, cultivadas desde hace años son el resultado de una cruza.
Dentro de las diversas variedades, sólo vamos a ocuparnos de algunas, ya que las cepas tintas son muy numerosas y cada una de ellas posee diferencias que realmente las identifican en su sabor, cuerpo y color.
Dentro de las cepas tintas encontramos, entre otras, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Tempranillo, Syrah, Malbec, Bonarda y Pinot Noir. En este caso vamos a ocuparnos de las anteriormente nombradas.
- La variedad Cabernet Sauvignon es una cepa originaria de Burdeos, Francia. Esta variedad se originó en Francia durante el Siglo XVII y es el resultado de la cruza de dos variedades, el Cabernet Franc y el Sauvignon Blanc. El Cabernet Sauvignon goza de excelente fama en la viticultura. Esto se debe a que es un varietal que posee la característica de adaptarse a diferentes terrenos y climas. Por otra parte, presenta bayas de piel extremadamente gruesa, esta característica le permite resistir heladas, y no sucumbe a la descomposición. Por estas particularidades se encuentra en todos los países productores de vino y se la reconoce como la reina de las cepas tintas.
- La segunda cepa de la que vamos a hablar es Cabernet Franc, esta variedad también es originaria de la zona de Burdeos en Francia. Se encontraba en el Valle de Loire y sus primeros cultivos se remontan a fines del siglo XVIII. Su piel es fina y es una variedad muy resistente a los climas fríos, por lo que su cultivo da muy buenos resultados en zonas que presenten este tipo de clima.
- La siguiente variedad de la que hablaremos es el Tempranillo. La misma hace referencia con su nombre a la característica principal que posee, la de ser una variedad apta para la maduración temprana. Es una de las uvas más cultivadas en España.
- Syrah hay versiones que lo sitúan en Persia como su lugar de origen y se cree que luego fue llevado a Francia en manos de los cruzados. Otras versiones lo sitúan como originario de Francia. También se lo suele denominar Shiraz, haciendo referencia a una región de Persia, debido a su supuesto origen. Su grano es color negro azulado y presenta una película fina y resistente. Es de un cultivo extenso y es ideal para cultivar en zonas cálidas y que presentan altas temperaturas.
- La variedad Malbec es originaria del Valle de Cahors en Francia, desde donde fue llevada hacia Burdeos el año 1775 por el Señor Malbeck, cuyo apellido le diera origen a su denominación. Es una variedad muy cultivada en la Argentina, y los cultivos de este país han sido ganadores de numerosos premios de nivel internacional. Esta variedad llegó a la Argentina en el año 1868 y su primer cultivo se realizó en la provincia de Mendoza.
- La variedad Bonarda es una uva de origen italiano, más específicamente de la zona de Piemonte. Llegó a la Argentina a fines del siglo XIX de mano de los inmigrantes italianos. Es, en este país, la segunda variedad más cultivada luego del Malbec. Requiere ser cultivada en climas templados a cálidos.
- Y por último, la Pinot Noir, es una cepa de origen Francés, específicamente de Borgoña. Esta variedad no posee una buena adaptación a todo tipo de clima, por lo que es necesario cultivarla en zonas de clima frío.
Hay mucho más por conocer sobre las cepas tintas y sus combinaciones, este fue sólo el comienzo, para que tengamos una idea mayor de los vinos y el origen de sus exquisitos sabores.